Bienvenida a casa, Lucia Berlin

Si quieren conocer a Lucia Berlin, deben considerar leer Bienvenida a casa, un compendio que integra autobiografía, fotos y cartas seleccionadas. Uno de los mejores retratos hasta hoy de la autora.

La primera palabra que dije fue luz

El lenguaje surge para nombrar aquello que existe o para acercar aquello que deseamos alcanzar. Las primeras palabras de los niños develan el apego o la necesidad que tienen por aquel objeto de la realidad que nombran. Lucía necesitaba luz. Nació en Alaska en 1935. Y viviría en 18 ciudades a lo largo de su vida estando un tiempo en El Paso, Texas o en lugares como Santiago en Chile o Acapulco en México. 

Vivió tantas experiencias que parecía haber vivido no una sino varias vidas. Siempre le apasionaron las letras. Escribía muchas cartas, ya desde los 10 años con una precisión no propia de su edad. 

En 1954, ingresó en la Universidad de Nuevo México. Había elegido periodismo, decisión que no le causaba mucho agrado. La consideraba un error. Decía que quería escribir y no ser periodista.

Una vez, en clase, leí un pasaje donde uno de los personajes de Cervantes, en un manicomio dice que puede hacer que llueva cuando plazca. Entendí en ese momento que los escritores eran capaces de lograr todo lo que se propusieran

Su pasión por la escritura era evidente, pero la vida la llevaría por otros caminos. Es así que realizó diversos trabajos como mujer de limpieza, telefonista, auxiliar de enfermería y profesora de secundaria mientras que cuidaba de sus cuatro hijos. Intentaba lidiar su tiempo con la escritura y las adicciones.

A temprana edad, Lucía viviría de cerca el alcoholismo de su madre a la que la catalogaba como “fría, racista y alcohólica”. Ciertamente, eso le afectaría. Pero Lucía pudo ganarle al alcoholismo. Falleció en el 2004, producto de un cáncer.

Lucía decía que es importante apegarse al lugar donde se está. Por ello, en cada lugar donde vivía buscaba sentirse como en casa. El lugar de Lucia estaba en la escritura. Las letras eran su casa. Eran esa luz que pronunció como primera palabra. La vida la llevaría por diversos caminos pero por algo hoy en día continuamos hablando de ella. Bienvenida de nuevo a casa, Lucia Berlin.