Por qué, Alejandra
Alejandra escribe y lo hace con un amor genuino y audaz al lenguaje. Para Alejandra, las palabras no solo tienen mucha fuerza, sino que también ocupan un lugar: espacio y tiempo sagrado. Las palabras convocan, curan: exorcizan. Y Alejandra lo sabe, hace suya cada letra, tal y como ella manifiesta, escribir, quizá sea: «hacer el cuerpo del poema con el cuerpo». En su poesía, intenta materializar las palabras, hacerlas un bien corpóreo y será esta la tensión constante puesto que las palabras son inalcanzables.
Sutilmente, Alejandra escribe y lo hace con una sensibilidad única, y una entrega absoluta y real. Alejandra no puede negarse a sus imágenes y más bien las comunica: «Afuera hay sol./Yo me visto de cenizas», dice y, a pesar de ello, las palabras parece que no le alcanzan para decir lo que pretende: «y qué es lo que vas a decir/voy a decir solamente algo». ¿Y qué es lo que pretende?, nadie pregunta.
Alejandra, con un corazón tremendamente surrealista, se inicia en la poesía con La tierra más ajena, la que nadie posee, la que ella aún desconoce y toda su vida intenta acercarse, conocer. No esta tierra, sino aquella [la de la poesía], sobre la que habla, ¿se puede hablar de lo que no se posee? A lo largo de Poesía completa, Alejandra escribe sobre lo que es indecible: «no/las palabras/no hacen el amor/hacen la ausencia/si digo agua ¿beberé?/si digo pan ¿comeré?». Y sí, ninguna palabra es visible, pero Alejandra quiere ver y para esto pide ayuda: «ayúdame a escribir palabras», «ayúdame a no pedir ayuda». Pero, si dice ayuda ¿será ayudada? Las palabras hacen la ausencia.
Alejandra dijo que moriría de poesía y, ciertamente, así fue. En su poesía, Alejandra se acercó a los dominios de lo indominable, buscó perfección, precisión, poseer cada palabra, hacer suya cada letra, intentar decir y, al decir, no traicionarse. Un trabajo arduo y constante. Ahora, cabe preguntarnos si nosotros, así como Alejandra, tendremos la valentía y lucidez, la memoria iluminada, para decir, quizá no hoy, pero en algún momento de nuestra vida: «voy a ocultarme en el lenguaje/y por qué/tengo miedo».
Comentarios
Publicar un comentario