Sobre escribir no ficción

Mostrar y decir de Phillip Lopate no es solo una guía sino es un espacio de reflexión sobre el arte de escribir no ficción. A lo largo de sus páginas observaremos a un autor que cavila, busca y arma mientras intenta desentrañar un enigma. 

“La gran aventura de no ficción es seguir, como yo digo, a una mente verdaderamente interesante e impredecible en su lucha por enredarse y desenredarse en un problema espinoso…”

La escritura de no ficción, en palabras de Lopate tiende a “la razón, la calma, la lucidez, el orden”, se sostiene sobre el vaivén del pensamiento que espanta (por su característica inherente) a la muerte: “Puesto que estoy pensando, debo estar vivo”.

El camino de la escritura de no ficción se traza sobre la búsqueda de la verdad, de una verdad literaria y literal. Esta escritura exige la sinceridad de la experiencia, que ahora se desea comunicar. Debido a la exigencia del mismo texto, el escritor de no ficción deberá seleccionar los datos que tomarán en cuenta o incluso se verá en la obligación de reordenar la cronología.

Cómo escribir no ficción

Lopate sostiene que tanto las memorias como los ensayos se escriben en primera persona y que en ambos se busca la construcción de un personaje. Además, menciona que así como en los textos de ficción, en estos escritos también se necesita conflicto y que las ideas que a veces llegan susurrando que somos demasiado aburridos como para escribir algo interesante, surgen a partir de sentimientos de vergüenza o por “falta de mundo”.

Phillip también sostiene que hay que tener cuidado cuando se hable de un familiar o amistades en los textos de no ficción, ya que no todos los sucesos que se viven a diario son los más ideales, sino por el contrario se caracterizan por presentar impasses, por lo que recomienda muy animosamente tener muchos amigos en caso se vayan perdiendo. Un diario de escritor resulta ser una fenomenal idea, ya que se puede volver a él en caso uno lo necesite. El diario de escritor cumple la función de ser esa especie de memoria (la madre de las Musas es Mnemosine, diosa de la memoria), lo que haría posible que se tenga un encuentro con la propia musa mientras se revisan las anotaciones.

Un libro para disfrutar y aprender. Revisarlo es casi indispensable, sobre todo, si es que nos sentimos atraídos hacia el género de la no ficción.

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